CECILIA FERRARI
Sus investigaciones más recientes exploran las distintas formas que puede asumir un territorio, algunas más reales, otras más ficticias o imaginarias. Estas intentan ser un diálogo entre eso tan ambiguo e impreciso que nos define y los diferentes fenómenos naturales, atmosféricos y geomagnéticos que los y nos constituyen de manera fáctica. ¿Qué puede un territorio? ¿Qué pueden los cuerpos que ahí se despliegan en medio de un sinfín de acontecimientos?
Partiendo de la observación del material y utilizando distintos métodos y formatos, se busca construir otro universo posible. Un universo hecho de imágenes propias que intenta interpelar problemáticas relacionadas con el Antropoceno, actualizando y reactualizando ese diálogo milenario entre el ser humano, su tiempo y la naturaleza. La noción de distancia se vuelve así un punto central en esta serie de trabajos que actualmente desarrolla. Se trata de una distancia fundamental, aquella que constituye el vórtice de toda experiencia estética: la distancia entre el espectador y las cosas. Distancia que despierta, a su vez, la fantasía humana de su eliminación. De ahí la invención permanente de nuevos artefactos. De ahí la necesidad de intentar borrar ese abismo imposible.
En un momento histórico donde cada vez más el flujo de las imágenes y la información parecen arrasarlo todo, se busca poder rescatar esas problemáticas, naturalizadas la mayoría de las veces, que vinculan el impacto de la humanidad sobre la T/tierra. Por eso, estas búsquedas son también en sí mismas un compromiso ético-artístico. Un intento por construir desde la práctica misma una sensibilidad común que nos permita abordar estas cuestiones y ponerlas en el centro de las agendas de discusión.